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Le emoción del dinero

Charla sobre «la emoción del dinero», de la mano de Elena Álvaro

Esta semana, los estudiantes de 1º del Grado Superior de Marketing han recibido una masterclass súper interesante, en relación a la gestión de las emociones frente a nuestros ingresos y nuestro dinero. Para tratar un tema tan complejo, nos visitó la asesora financiera, Elena Álvaro. Una profesional como la copa de un pino que tiene 12 años de experiencia en Banca Minorista a sus espaldas.

¿A quién le gusta el dinero?

Esta fue una de las primeras preguntas que Elena lanzó para comenzar su charla. Una cuestión que, a priori, parece tener una respuesta obvia: ‘¡a todo el mundo!’. Sin embargo, el concepto ‘dinero’ arrastra muchas emociones y cada persona lo relaciona con unas necesidades, vivencias y experiencias diferentes. Por lo que, a pesar de que el dinero es necesario para subsistir en la sociedad tal y como la conocemos… ¡No todo el mundo siente lo mismo por él!

Ella rompió el hielo y explicó: “Cuando hablamos de nuestro dinero, de nuestro ahorro o de la falta de él, estamos hablando de nuestros sueños y nuestras metas. Es decir, cuando un cliente me confía ese ahorro que ha generado con su esfuerzo, me confía su futuro, la universidad de sus hijos o la compra de una vivienda. No es el billete, es lo que quiero conseguir con ese billete”.

Analizando las emociones del dinero

El miedo

Le emoción del dinero

Y, a partir de aquí, comenzaron a analizar las diferentes emociones que las personas sentimos cuando de dinero se trata. Como por ejemplo, el miedo. Esa emoción tan humana que te puede llevar tanto a reaccionar rápido y (muchas veces) mal, como a quedarte paralizado.

¿Alguien se acuerda de la caída de Silicon Valley Bank? Un suceso que ocurrió hace nada y que tuvo una repercusión en un cortísimo periodo de tiempo y a raíz del cual vimos cómo el miedo nos hace reaccionar como buenamente creemos conveniente.

Y Elena explicó que “hay más momentos de subidas que de bajadas, pero nadie se acuerda de las subidas. No lo comentan en la televisión, porque el miedo vende y es más fácil convencer a una persona de que haga algo concreto desde el miedo, que desde el beneficio, esto es así”. Y en este caso concreto, la gente se volvió loca a vender sus acciones, ¡simplemente por miedo!

De hecho, Elena explicó que “es una tontería, cuando me voy a comprar un jersey o unos pantalones, espero a las rebajas, no me los compro cuando más caros están. ¡Oh Dios! Me he comprado un pantalón por 100 euros y ahora vale 50, voy a revenderlo y me lo vuelvo a comprar, o mejor aún, lo revendo y me guardo el billete de 50 euros en casa, dejando que le atice el efecto de la inflación».

El enfado

Le emoción del dinero

Elena continuó haciendo su interesante análisis sobre las emociones que hay detrás del dinero y lanzó la siguiente pregunta: ¿Conocéis a alguien que se quitara Netflix cuando anunciaron que se acababa lo de las cuentas compartidas?

Pues resulta que mucha gente, movida por el enfado que le provocó esta noticia, se dio de baja yéndose a otras plataformas. Utilizaron excusas como que es más cara que otras o que cancelaban muchas series buenas, pero la realidad es que fue el enfado lo que les llevó a tomar esa decisión.

Y, como muy bien explicó la experta: “El enfado es el sentimiento más peligroso cuando hablamos de dinero, nos lleva a tomar decisiones precipitadas. Cuando el enfado está en máximos es cuando tomas las decisiones de forma más precipitada y, de hecho, justificas tus decisiones financieras con ese mismo enfado”.

Alegría

Le emoción del dinero

Los momentos álgidos que vivimos en nuestro día a día, como aprobar un examen, conseguir un nuevo trabajo, que la persona que te gusta te corresponda… “Nos proporcionan un exceso de confianza que nos lleva a asumir riesgos que de otra forma no haríamos, o bien, a gastar más dinero del debido. Lo que nos va a llevar al arrepentimiento”. Y, por lo tanto, a un estado alterado que realmente no se corresponde con la felicidad.

En este caso, la solución es tan fácil como tener una cuenta exclusiva para gastos. Porque premiarse y darse caprichos está bien. ¡Para eso nos ganamos el sueldo! Pero es fundamental que no nos acostumbremos a ello y terminemos gastando nuestro dinero en premios.

La tristeza

Le emoción del dinero

“Cuando no te sientes valorado y sientes pena por ti mismo, cuando vas con un nubarrón gris por la vida… Gastas compulsivamente, tomas decisiones desde una baja autoestima que te lleva a gastar porque son cosas que puedes controlar, crees que con esas cosas te vas a sentir mejor”.

Por lo que es fundamental ser consciente de que nada de eso va a cambiar tu estado de tristeza. Y tratar de salir de esa espiral… “Porque el dinero solo es dinero, ¡lo importante eres tú!».

Después de este interesante análisis, podemos sacar la conclusión de que nuestras emociones influyen mucho en las decisiones que tomamos a la hora de gestionar nuestro dinero; tanto a la hora de gastarlo como de invertirlo. Por eso, Elena concluyó la charla dando un consejo fundamental: “lo más relevante a la hora de tomar una decisión importante es ser consciente de en qué momento nos encontramos y cómo nos sentimos. Pero, sobre todo, a la hora de tomar una decisión hay que saber rodearse de personas imparciales que nos ayuden a tomar esa decisión, quitando cualquier componente emocional del proceso”.

¡Muchísimas gracias por compartir tanta sabiduría con nuestros estudiantes!

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