Fran Luján nos habla de los microinfluencers en un taller de Marketing para los alumnos
Ayer, los futuros alumnos y actuales alumnos del Grado Superior de Marketing pudieron disfrutar de un taller muy interesante, de la mano del Community Manager, Blogger y microinfluencer, Fran Luján.
Fran Luján: ejemplo de éxito en Instagram
Todo comenzó con la historia del propio Social Media, que les explicó cómo su interés por la comunicación digital llegó a través de la gastronomía. Esta pasión por la cocina, le llevó a crear su blog ‘zaragozacomilón’. En el que comenzó a compartir con el mundo las diferentes recetas que él mismo iba creando y compartiendo en Instagram.
Esta pasión se convirtió en su fuente de trabajo cuando diferentes negocios y marcas locales empezaron a ponerse en contacto con él para llevar a cabo diversas promociones a través de su cuenta de Instagram. Y como un tsunami, ¡el éxito le encumbró como microinfluencer!
En la actualidad, Fran tiene más de 20.000 seguidores en Instagram. Y se encarga de gestionar las redes de diez negocios en Zaragoza: desde restaurantes, hasta una carnicería o un hostel. Y, aunque su profesión no es la de fotógrafo… ¡Tiene un gusto exquisito en sus publicaciones!
¿Por qué están ‘de moda’ los microinfluencers
Una de las cuestiones que rondaba por las cabezas de los ahí presentes es la de qué es lo que le ha llevado al éxito. A lo que él respondió claramente: La naturalidad y la cercanía. Y es que, los microinfluencers pueden ser mucho más interesantes para las empresas locales, que los influencers con millones de seguidores. Pues, ‘de qué le sirve a un restaurante de Zaragoza llegar a miles y miles de personas, si luego no van a ir a consumir al sitio’.
Sin embargo, como microinfluencer, consigue una cercanía muy diferente. Fran, además, deprende naturalidad y energía positiva. Disfruta de lo que hace y, como bien dijo, ‘no engaño en mis promociones. La gente sabe que, si recomiendo algo, es porque me gusta’. Y, de esta forma, la gente confía en su criterio.
Después de responder a las infinitas cuestiones que todos los alumnos le plantearon, mostró su forma de preparar un bodegón gastronómico. Y comenzó una sesión de fotográfica en la que los participantes tuvieron total libertad a la hora de montar sus propios bodegones con los diferentes materiales que trajo para la sesión.
