Entrevistamos a Kati Egely, especialista en la técnica de Animación stop motion

Hemos tenido la suerte de coincidir con Kati Egely, especialista en la técnica de Animaciones stop motion. Ha venido a CPA a realizar un taller sobre ello con nuestros estudiantes de Grado Superior de Animaciones 3D, Juegos y Entornos Interactivos y nos ha concedido un momento para contarnos su trayectoria profesional.

Buenas tardes Kati, gracias por tu tiempo. Cuéntanos un poco…

1. ¿Cómo llegaste de la ilustración tradicional al bonito mundo del stop motion, qué te atrajo de esta técnica?

Fue un camino bastante largo. El dibujo siempre ha estado presente en mi vida. No paraba de dibujar desde que estaba en el jardín de infancia y mis compañeros me los pedían.Al mismo tiempo, me encantaba la música y la estudiaba.

En un momento determinado sentí que tenía que decidir entre una cosa y otra y elegí el dibujo. 

Empecé Cerámica y  mi profesora convenció a mis padres de queme preparara para ingresar en el instituto de Arte. Me preparé durante dos años para ello, logré acceder y me matriculé en la Facultad de diseño de cuero. Fue una etapa curiosa porque en aquella época ya era vegetariana, así que chocaba…

Pero de ahí me llevo muy buenas experiencias; sobre todo el aprendizaje de una de mis profesoras, que me enseñó acerca del proceso desde que surge una idea, hasta el resultado final. Planear bien el proceso creativo. Me regaló una sabiduría que se puede aplicar a en cualquier situación cotidiana.

Después hice cerámica y de ahí ingresé en la universidad de Bellas Artes, a la facultad de Escenografía, donde encontré la unión de la Literatura con lo que hacía de diseño de ropa y set design. Pero era muy mala en la facultad y lo dejé. 

Fue entonces cuando, a través de un muy buen amigo, entré en contacto con el mundo de las Animaciones y empecé de nuevo de cero en la Facultad de Animaciones. No hice maestría porque me empecé a interesar por el Cine Documental.

Me fui a Valencia a hacer Erasmus de la titulación de Diseño Gráfico y, tras finalizarlo, quise salir de Europa y marché a Buenos Aires a aprender Cine Documental. Me apetecía ir a un lugar donde se hablara español y hubiera sol…

Me quedé con la Animación porque me di cuenta de que es lo que más me gusta y es donde mejor me puedo expresar. Además me parece que es el género más complejo de todas las artes que conozco. 

Cuando hacemos Animación somos actores, directores, diseñadores,  tenemos que tener en cuenta el ritmo…es muy complejo y no hay un momento que me aburra. Además, me gusta eso de trabajar sola y no depender de otras personas. Lo único que no hago yo es la música.

No recuerdo muy bien cómo llegué al stop motion, porque en la facultad no lo dimos; allí sentía que no aprendía mucho, pero por lo menos me dejaban aprender a mi ritmo. Aprendí a manejar softwares por mí cuenta y era muy trabajadora, así que aproveché esa etapa para eso. 

Cuando volví de Argentina, después de dos años, sentía que necesitaba plasmar eun una obra todas las experiencias vividas. Hablé con varias bandas sudamericanas que me gustaba su música, pero no tenían mucho dinero para invertir en ello.

Hasta que dí con una banda que se llama Tonolec, que hace música folclórica mezclada con  electrónica en argentina y me mandó un tema en guaraní, que es el idioma oficial en Paraguay y que se habla en otras zonas de sudamérica. Trataba sobre cómo buscar el paraíso en una comunidad nómada. Fue difícil, porque no entendía la letra, sólo el concepto, y  no tienen nada documentado en artesanía ni nada parecido. La tradición la transmiten a través de la música…

Además, entonces contaba con muy pocos medios. Tenía todo montado en mi cuarto y puse dos capas de vídrio con fondo y las luces más baratas de IKEA. Jugaba con la profundidad de campo, con las tres dimensiones y experimenté. El resultado le gustó a mucha gente y me hicieron más encargos, así que fui avanzando porque se trata de un trabajo más rápido que el dibujo.

Mi favorita es la acuarela, porque me gustan mucho las transformaciones, las transiciones; algo que es más difícil en la técnica de stop motion. Pero fui desarrollando la técnica y a día de hoy tengo un cuarto sólo para hacer eso. Tengo una mesa enorme con cinco capas de vidrio, muchas luces y todo más profesional; pero siempre estoy aprendiendo e innovando,, porque si no es aburrido.

2. El stop motion es una técnica meticulosa y que requiere de mucho trabajo y paciencia. ¿Podrías describirnos brevemente tu proceso creativo, desde la concepción de la idea hasta la pieza final animada? ¿Cuáles son las etapas clave?

En el caso de los vídeos de música, obviamente, la inspiración viene de la música. Si no me gusta la música no puede hacerlo. Suelo hablar con los músicos para que me hablen de la obra, especialmente si es instrumental, porque siempre me inspira.

En el proceso, al trabajar sola, puedo permitirme más libertad. Voy creando imágenes que imagino y poco a poco va a saliendo la historia. Desde el primer momento suelo saber lo que quiero expresar, pero necesito desarrollar lo que tengo en el subconsciente. Eso me gusta y en general funciona bien. Después de eso, toca ordenar todo para adaptarlo al mensaje que se quiere transmitir.

3. Tus creaciones suelen tener una estética muy particular,con un toque delicado y nostálgico. ¿Qué influencias artísticas o personales tienes?

Yo escucho mucha música, principalmente latinoamericana y cuando lo hago me imagino tantas imágenes que me encantaría ilustrarlas. Pero en cuanto a inspiración visual no tengo referentes; ha podido ser más en festivales y esos encuentros, que he encontrado inspiración, pero no busco referentes en ese sentido.